El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró una zona de «desastre importante» en el estado de Texas tras el paso de la tormenta tropical Beryl. La medida, anunciada por la Casa Blanca, permitirá desbloquear fondos federales para ayudar tanto a las labores de reconstrucción de infraestructura como apoyar las necesidades urgentes de las poblaciones afectadas por la tormenta.
Después que el huracán Beryl entró en Texas a primera
hora del lunes, donde dejó sin servicio eléctrico a casi 3 millones de
viviendas y hogares, y causó al menos tres muertes, el meteoro se desplazó al
este y posteriormente se degradó a depresión tropical, informó el Centro
Nacional de Huracanes de Estados Unidos la noche del lunes.
La tormenta de rápido desplazamiento, que desató intensos aguaceros que
obligaron a realizar decenas de rescates, amenaza con dejar un sendero de
problemas en varios estados durante los próximos días.
Funcionarios locales y estatales en Texas advirtieron que restaurar el
servicio eléctrico podría tomar días, ya que Beryl derribó 10 líneas de
transmisión y varios árboles que causaron daños en el tendido eléctrico.
Después de que tocó tierra como un huracán de categoría 1, Beryl se
debilitó en cuestión de horas a tormenta tropical y luego a depresión tropical,
un ciclón de mucha menor magnitud que el monstruo de categoría 5 que dejó
muerte y devastación a su paso por México y el Caribe durante el fin de semana.
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