La incertidumbre y el miedo se apoderan de algunas familias inmigrantes en Estados Unidos, que auguran una «amarga» Navidad, sin regalos ni cenas especiales, y ahorrando para abogados de migración a pocos días del regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien prometió comenzar su nuevo mandato con deportaciones masivas. La casa de la mexicana María Santos en la ciudad de Tucson es una de las pocas en su vecindario que no tiene luces navideñas ni adornos en su jardín. En su sala no hay un arbolito de Navidad, ni mucho menos regalos para sus dos hijos. «Trump es un hombre que ama mucho a su país, estoy segura de que hará cosas buenas como presidente. Sin embargo y desafortunadamente, no nos quiere a nosotros, no quiere gente extraña en su país, a gente como nosotros a quienes nos ha llamado inclusive criminales», dijo Santos a EFE. La migrante mexicana indocumentada está convencida que Trump hará la vida «imposible» para los migrantes, especialmente aquellos como ella. Todos los ...