Crisis en el sector arrocero: Comayagua pasa de ser un bastión productor a enfrentar mínimos históricos
La situación del sector arrocero es cada año peor planteó Néstor Mendoza, productor de arroz en el municipio de La Villa de San Antonio, Comayagua, quien lanzó una voz de alerta sobre la difícil situación que enfrenta este sector productor en Honduras.
Según Mendoza, aunque los precios del arroz muestran ligeros signos de mejora este año, los agricultores están lejos de sentirse incentivados.
“Desde hace dos años, los productores no estamos motivados para seguir. Muchos han abandonado el campo y optado por migrar definitivamente a Estados Unidos”, expresó Mendoza, quien lamenta que la falta de apoyo y las adversidades hayan reducido la producción de arroz en el país.
De acuerdo con el productor, la cosecha en Comayagua, que solía ser una de las zonas más productivas del país, ha disminuido significativamente. En Comayagua, que producía cerca de 300.000 quintales, este año tal vez lleguemos a 100.000”, explicó.
Y en forma general “antes hablábamos de un millón y medio de quintales al año; ahora, apenas alcanzamos 400.000 quintales en todo el país.
Factores de la crisis
Entre los problemas más graves que afectan al sector, Mendoza señala el impacto del cambio climático. “Las lluvias están descontroladas: o llueve demasiado, o no llueve en absoluto. No hay un equilibrio, y eso afecta directamente la cosecha”, comentó.
Además, la falta de mano de obra es un desafío creciente. “Cada vez es más difícil encontrar personas que quieran trabajar en el campo. La migración nos ha dejado sin fuerza laboral”, lamentó Mendoza.
Otro factor crítico ha sido el incremento de los costos de los insumos agrícolas en los últimos años. Aunque recientemente han bajado, el daño ya está hecho, pues muchos productores abandonan la actividad al no poder afrontar los costos de producción.
Mendoza, al igual que otros productores, pide al gobierno y a las instituciones pertinentes que tomen medidas inmediatas para rescatar el sector arrocero. “Si no hay incentivos reales para los agricultores, el país podría depender completamente de la importación de arroz en unos pocos años. Estamos perdiendo una tradición agrícola que sustenta a muchas familias”, advirtió.
El caso de Comayagua refleja una realidad que afecta a todas las zonas productoras de arroz en Honduras, una crisis que requiere atención inmediata para evitar un colapso total de la producción nacional, concluyó.
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