El próximo 11 de noviembre de 2025 marcará el fin de una larga condena para Juan Manuel Ávila Meza y Carlos José Zavala Velásquez, dos exoficiales de la Policía Nacional de Honduras.
Los uniformados forjaron una carrera que, lejos de honrar su juramento de servir y proteger, estuvieron dedicadas a facilitar el tráfico de cocaína, la violencia y la muerte bajo la sombra del crimen organizado.
La cárcel no siempre es el final del camino para quienes traicionan el uniforme y las leyes. Hoy, a solo meses de quedar en libertad en Estados Unidos, se recuerda cómo la corrupción se infiltró hasta los más altos niveles del poder policial.
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