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Capo hondureño era uno de los calcinados dentro de vehículo en Catacamas

 

Una fuente de la morgue capitalina confirmó a Proceso Digital que uno de los dos cuerpos calcinados dentro de un vehículo en Catacamas, Olancho, fue identificado como Harby Rigoberto Vargas Sánchez.

– Fue extraditado desde Colombia, cumplió condena en EEUU y deportado a Honduras en mayo de este año.

El martes de la presente semana se informó sobre el dantesco suceso desde el oriental departamento de Olancho. Los dos cuerpos presentaban al menos cuatro impactos de bala cada uno, de acuerdo a los análisis forenses.

La identificación de los cuerpos no fue posible mediante el método de huellas, tampoco por odontograma, entonces se optó por el ADN que realiza el Laboratorio de Serología Genética de Medicina Forense. Se tomó la muestra de familiares de los fallecidos.

Un reporte de mayo de este año de la Inmigration and Customs Enforcement (ICE) de Estados Unidos, informa que el hondureño fue deportado de Filadelfia luego de cumplir condena por tráfico de drogas.

Vargas Sánchez, alias “El Tungo” (ID. 1503- 1987-01923) era buscado en Estados Unidos para ser juzgado en el Distrito Sur de Florida por delitos graves de tráfico de drogas. Fue extraditado desde Colombia a Estados Unidos el 11 de marzo de 2020 y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos le permitió ingresar al país bajo libertad condicional.

El 3 de febrero de 2021, Vargas Sánchez fue declarado culpable de conspiración para distribuir 5 kilogramos o más de cocaína sabiendo que sería importada a Estados Unidos y sentenciado a 65 meses de prisión.

En los archivos informativos de Proceso Digital consta que Vargas Sánchez fue detenido en octubre de 2015 junto a seis personas más en poder de armas prohibidas.

El reporte de la esa fecha da cuenta que en la residencial Quinta Los Laureles, se capturo a Harby Rigoberto Vargas Sánchez, quien tenía orden de captura por los delitos de tenencia y almacenamiento ilegal de armas no comerciales y asociación ilícita, además era considerado el segundo al mando de una organización criminal que operaba en La Ceiba.


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