Muchos son los hechos delictivos que ocurren diariamente en el país, algunos más mediáticos que otros, pero la mayoría con el denominador común arropados con un manto de impunidad. Se estima que cada día se registran 11 homicidios en promedio.
Las mujeres, niños y jóvenes son las principales víctimas de una violencia generalizada que encuentra poco eco en los cuerpos de investigación del Estado.
Solo para citar algunos pendientes de la investigación criminal, siguen sin repuestas los casos de las jóvenes Angie Peña y Belkis Molina, ambas desaparecieron en similares circunstancias y aunque la Policía asegura estar cerca de esclarecer los hechos, las respuestas no llegan.
Igualmente, la extraña muerte de tres jóvenes aspirantes a suboficiales en una instalación policial, cumplió más de un mes y no se conocen los resultados de las autopsias y tampoco las hipótesis que ocasionaron los decesos.
El abatimiento a manos de la Policía de un joven barrista en San Pedro Sula, es otro de los tantos casos en los que no hay deducción de responsabilidades, pese a que los hechos están claramente descritos.
Otro suceso que se suma a los retos de la investigación es la reciente fuga de cuatro peligrosos criminales de la cárcel de El Porvenir en Francisco Morazán. Uno de los fugados está implicado en el asesinato de la exdiputada Carolina Echeverría.
Y así se cuentan decenas de historias casi a diario, que cada vez ensanchan la deuda de la investigación criminal en el país.
Los asesinatos del periodista y su padre
Informes preliminares indican que el joven Edwin Josué Andino, que laboraba para el canal de televisión La Tribuna TV, fue sacado de su vivienda junto a su padre. Ambos cuerpos fueron encontrados sin vida en la colonia Villafranca y la Policarpo Paz García de Tegucigalpa, respectivamente.
Andino, de 23 años y que trabajaba para el canal de televisión La Tribuna TV (LTV) en Tegucigalpa, fue atacado por hombres vestidos de policías que llegaron hasta su vivienda, donde lo asesinaron, según las primeras investigaciones.
El padre del joven periodista, Edwin Emilio Andino, de 48 años, fue sacado de su vivienda y llevado en un vehículo por los agresores, que luego lo asesinaron y abandonaron en una calle de un populoso barrio de Tegucigalpa.
Según el director de LTV, Raúl Morazán, citado por la SIP, el periodista no había recibido amenazas.
Las primeras investigaciones de las autoridades apuntan a que el doble crimen fue planificado por el crimen organizado.
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